jueves, 20 de diciembre de 2012

Teatro de "mal de escuela"

Aquí os cuelgo el fragmento del libro de Pennac "mal de escuela" que elegimos mi grupo y yo hace unas cuantas semanas atrás para representar en clase. Hace bastante tiempo de la práctica, pero hay que decir que más vale tarde que nunca.
Elegimos este fragmento porque nos gustó a todos, nos parecía un relato muy interesante de la vida de Daniel Pennac "el zoquete", que después de su difícil paso por la escuela, consiguió ser un gran profesor y educador y que se encontró ante casos similares al suyo mientras ejercía.
Personalmente, opino que es muy gratificante que después de tantos años un/a alumno/a te recuerde por que   has influido en él muy positivamente y además mantenga en la memoria unas estrofas trabajadas en clase veinte años atrás.
Por mi paso en la escuela, ningún profesor me ha transmitido nada parecido y tengo que decir que son muchos los años que he estado estudiando. Es posible que esta sea la causa de que me llamara la atención tanto este apartado del libro y haya querido escenificarlo con mis compañeros.

Pierdes de vista a una chiquilla en secundaria, nula, nula, nula como ella misma dice (¡pero qué nulidad era!), y veinte años más tarde una mujer joven se dirige ati en una calle de ajaccio, radiante, sentada en la terraza de un café:
-¡Señor, no toquéis el hombro del jinete que pasa!

Te detienes, te das la vuelta, la mujer te sonríe y le recitas la continuación de L´allée, ese poema de Supervielle que aparentemente ambos conocéis:

Se daría la vuelta
y sería de noche,
ua noche si estrellas,
sin curva ni nube.

Ella suelta una carcajada, pregunta:

-¿Qué sería entonces
de todo lo que hace el cielo,
la luna y su pasar
y el ruido del sol?

Y respondes a la niña que ha reaparecido en la sonrisa de la mujer, a la niña reticente a la que en el pasado le enseñaste; el poema:

-Tendríais que aguardar
que un segundo
tan poderoso como el otro
aceptara pasar.



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